Pequeñas aulas, grandes transformaciones en la ruralidad antioqueña
- Daniel Henao
- 4 jul
- 2 Min. de lectura
En el corazón del corregimiento Santa Isabel, en Remedios, Antioquia, vive una comunidad llena de esperanza. Desde septiembre de 2022, en este territorio rural y apartado, la Fundación Quintana acompaña un proceso educativo que va más allá de las aulas. Aquí, cada día sembramos aprendizajes, cultivamos valores y cosechamos futuro junto a niñas y niños de la primera infancia.
Educación para transformar
Creemos firmemente en el poder de la educación rural como herramienta de transformación social. Por eso, desarrollamos programas educativos pensados desde las necesidades reales del territorio y las particularidades de su gente. Nuestro compromiso es claro: llevar una educación de calidad, inclusiva y afectiva a quienes históricamente han tenido menos acceso a ella.
Una comunidad que aprende y enseña
Trabajar en Santa Isabel ha sido una experiencia profundamente humana. El equipo docente, conformado por profesionales comprometidos, no solo enseña, también aprende de la comunidad, de sus dinámicas, saberes y formas de resistir. Juntas, las familias, los niños y nuestro equipo construyen día a día una comunidad educativa rural donde el respeto, el juego, el amor y la curiosidad son pilares fundamentales.
Acompañar la primera infancia con sentido
Nuestro enfoque pone en el centro el desarrollo infantil integral. Promovemos espacios seguros y estimulantes donde las niñas y los niños puedan explorar el mundo, fortalecer sus habilidades comunicativas, emocionales y cognitivas, y reconocerse como sujetos capaces, valiosos y únicos. Cada actividad, cada palabra, cada gesto en este programa educativo está pensado para potenciar al máximo sus capacidades.
Hacia una educación con equidad
En Fundación Quintana, estamos convencidos de que hablar de equidad educativa es actuar desde el territorio. Por eso, elegimos estar presentes donde más se necesita: en la ruralidad, en los caminos polvorientos, en las montañas donde el acceso a la educación aún es un desafío. Apostamos por un modelo educativo que respete las particularidades culturales, fortalezca las redes comunitarias y acompañe con dignidad y cercanía.
Santa Isabel no es solo un lugar en el mapa. Es un espacio vivo de transformación, donde cada risa infantil, cada historia contada y cada cuaderno abierto nos recuerda por qué hacemos lo que hacemos.







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