Un Mensaje desde el Corazón: La Educación que Nace del Afecto
- Daniel Henao
- 6 jun
- 2 Min. de lectura
La fuerza de un gesto sencillo
En los Centros ADN de la Fundación Quintana, entendemos que la educación va más allá del conocimiento académico. Es una experiencia viva, afectiva y profundamente humana. Así lo vivieron 80 niños y niñas del corregimiento Santa Isabel y la vereda Los Lagos, quienes, a través de un acto lleno de ternura, nos recordaron que la verdadera transformación comienza en el corazón.
Durante una jornada especial, estos pequeños estudiantes de la IER Pablo VI participaron en una actividad pensada para fortalecer los vínculos familiares y nutrir su desarrollo socioemocional. Con crayones, papel, palabras y sentimientos, crearon tarjetas de agradecimiento para sus mamás, abuelas, tías y todas esas mujeres que día a día los acompañan con amor incondicional.
Educación afectiva desde la primera infancia
Cada tarjeta, cada dibujo, cada mensaje de voz enviado por WhatsApp, fue un acto de expresión emocional que reafirma nuestra convicción: la primera infancia es el momento más poderoso para sembrar semillas de empatía, reconocimiento y amor.
Fomentar la gratitud infantil no solo alimenta la autoestima de los niños y niñas, también fortalece su conexión con los demás, les enseña a valorar la presencia de quienes los cuidan y les brinda herramientas para construir relaciones sanas y significativas.
Centros ADN: un espacio para crecer con sentido
Esta experiencia forma parte de la propuesta integral de los Centros ADN, espacios donde la educación afectiva se vive a diario, donde cada niño y niña es protagonista de su proceso, y donde las emociones no se reprimen, sino que se acogen, se entienden y se transforman en oportunidades para aprender.
Seguimos construyendo, desde lo cotidiano, una educación que no solo enseña a leer y escribir, sino también a sentir, agradecer y reconocer el valor del otro.
Porque educar, también es un acto de amor.









































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